Revisa la información sobre la vacuna para el COVID-19

Estos son los datos que necesitas saber sobre estas vacunas.

Las vacunas para el COVID-19 te protegerán de enfermarte. Las tres vacunas son extremadamente efectivas para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes, incluso de la variante delta. Disminuir el número de personas con el virus es una forma importante de reducir la propagación y poner fin a la pandemia. Una vez que estés completamente vacunado, puedes comenzar a hacer muchas de las actividades que habías dejado de hacer debido a la pandemia, aunque es importante que uses cubrebocas en espacios públicos cerrados. Habla con tu doctor acerca de las preguntas que puedas tener antes de recibir la inyección.

¡Tu haces la diferencia para mantener segura a tu comunidad!

Vacúnate

Usa
mascarilla

Practica distanciamiento
social

Lávate
las manos

Las vacunas contra el COVID-19 son seguras

Son efectivas para:

  • Enseñar a tu sistema inmunológico a reconocer y combatir el virus COVID-19. Cuando tu cuerpo aprende a combatir las infecciones, esto se conoce como “inmunidad”.
  • Reducir la probabilidad de enfermarse de COVID-19, ser hospitalizado y posiblemente morir.

¿Cómo funcionan?

  • Las vacunas activan tu sistema inmunológico para que reconozca y combata los virus a los que se dirigen. Al activar tu sistema inmunológico para que responda al virus, la vacuna ayuda a tu cuerpo a destruirlo si se expone al COVID-19 en el futuro. Las tres vacunas son extremadamente efectivas para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes.
  • La vacunación requiere una o dos dosis, dependiendo del tipo de vacuna que recibas. Es importante tomar la dosis completa recomendada.
  • Después de vacunarte, tu cuerpo puede empezar a experimentar algunos signos y síntomas causados por la vacuna. Estos se llaman efectos secundarios. Los efectos secundarios después de la vacuna son normales y es posible que no todas las personas que la reciban los experimenten.
  • Después de vacunarte, tu cuerpo puede empezar a experimentar algunos signos y síntomas causados por la vacuna. Estos se llaman efectos secundarios. Los efectos secundarios después de la vacuna son normales y es posible que no todas las personas que la reciban los experimenten. Estos efectos secundarios generalmente no interfieren con tus actividades cotidianas y pueden incluir:
    • Dolor o molestias en el brazo donde se administró la vacuna
    • Fiebre leve que no dura mucho tiempo
    • Sensación de frío y/o cansancio

Vacuna para el COVID-19: Mitos contra realidad

Realidad: Las vacunas para el COVID-19 no se incorporan a tu ADN. Las vacunas para el COVID-19 no cambian ni interactúan con tu ADN de ninguna manera.

Realidad: La vacuna sigue siendo importante incluso si ya tuviste COVID-19. La reinfección con COVID-19 es posible. Los expertos no saben cuánto durará la inmunidad después de una infección por COVID-19, por lo que se recomienda vacunarse incluso si ya tuvo COVID-19.

La vacuna es una parte fundamental de la estrategia de salud pública para acabar con la pandemia. Por el momento, los datos sugieren que la protección después de una infección natural puede durar sólo 2-3 meses en algunas personas. Los datos actuales de las pruebas realizadas con la vacuna también sugieren que la inmunidad de la vacuna es más fuerte y duradera.

En el único caso en el que debe retrasar la aplicación de la vacuna por más de 90 días después de haber tenido COVID-19 es cuando recibió algo llamado “anticuerpos monoclonales”. Se trata de una medicina que se administra directamente en la vena con una aguja conectada a un tubo y a una bolsa de medicamentos.

Realidad: La vacuna no contiene un virus vivo, por lo que no le dará COVID-19. Sin embargo, dado que tu cuerpo tarda algunas semanas en generar protección, es posible que puedas contraer el virus después de haber recibo la vacuna y te enfermes antes de que tu cuerpo cree inmunidad.

Realidad: Es natural tener preguntas sobre la velocidad con la que se desarrollaron estas vacunas. En circunstancias normales, las vacunas tardan mucho más en desarrollarse.

Hay dos aspectos que hicieron diferente el desarrollo de la vacuna para el COVID-19: uno es que gran parte de la investigación ya estaba en marcha antes de la pandemia, ya que el COVID-19 es parte de un grupo de virus que los científicos ya llevaban estudiando mucho tiempo.

El otro fue la cantidad de cooperación, dinero y esfuerzo compartido en todo el mundo para crear la vacuna.

Los científicos no partieron de cero cuando comenzaron a trabajar en la vacuna contra el COVID-19.

El SARS-CoV-2 (COVID-19) es miembro de la familia de los coronavirus. Hay cientos de coronavirus. Debido a que los científicos ya habían estado estudiando los coronavirus antes de la pandemia, disponían de datos sobre la estructura, el genoma y el ciclo vital de este tipo de virus antes de que el COVID-19 se propagara por todo el mundo.

En medio de la pandemia mundial, investigadores, científicos y la comunidad médica se movilizaron para compartir datos y encontrar soluciones con más cooperación, esfuerzo compartido y financiación disponible que nunca.

En Estados Unidos, Operation Warp Speed (OWS) se asoció con múltiples instituciones, incluidos los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), para desarrollar, fabricar y distribuir 300 millones de dosis para principios de 2021.

Se pagó una gran cantidad de dinero a las empresas de vacunas para que comenzaran la producción de inmediato, por lo que el suministro de vacunas estuvo disponible una vez que los datos demostraron que la vacuna funcionaba.

Desde que la FDA las aprobó, las vacunas se han administrado a millones de personas en todo el mundo, y siguen considerándose seguras y eficaces.

Realidad: El COVID-19 puede causar problemas serios como enfermedad leve o grave, desarrollo de síntomas que se vuelven crónicos (lo que significa que nunca desaparecen), hospitalización y muerte en personas de todas las edades. No hay forma de saber cómo le afectará el COVID-19. Si se enferma, también podría transmitir el virus a amigos, familiares y otras personas a su alrededor, lo que puede generarles problemas serios, como enfermedades graves, hospitalización y muerte. Una vez que se enferman, el COVID-19 continúa propagándose a otros. La vacuna puede detener la transmisión y te protegerá a ti y a las personas que te rodean de contraer COVID-19.

Realidad: Los adultos de cualquier edad que tengan afecciones médicas subyacentes desde hace un tiempo son más propensos a enfermar gravemente por COVID-19. La vacuna para el COVID-19 debe administrarse a todos, incluso a aquellos con condiciones médicas conocidas. Si tienes alguna pregunta o inquietud acerca de tu condición médica, debes hablar con tu doctor. También puedes preguntar en los lugares de vacunación contra el COVID-19.

Realidad: No hay evidencia de que la vacuna cause infertilidad o abortos. Se ha comprobado que es seguro para las mujeres que están planificando un embarazo, embarazadas o en período de lactancia. Vacunarse durante el embarazo también protegerá a tu bebé del COVID-19. Habla con tu doctor si tienes preguntas o inquietudes. También puedes preguntar en los lugares de vacunación contra el COVID-19.

Realidad: No hay microchip ni ningún componente electrónico en la vacuna COVID-19, ni en ninguna otra vacuna, que pueda rastrearlo.